LUCES,
CÁMARA, ACCIÓN: ESCENA NÚMERO 27
Por: Leonel Mercado.
Mariana una joven chica
de tan solo quince años de edad, huérfana de padre y habían pasado tan solo seis
meses que había perdido a su madre en un
accidente aéreo a las afueras de Barranquilla. Al quedar huérfana de padre y
madre a temprana edad, Mariana decide
irse a vivir con su tía Andreina una señora muy trabajadora y sobre todo
humilde que estaba dispuesta a ayudarla en todo lo que fuera necesario.
Un viernes por la mañana,
Mariana se dirigía a su colegio ubicado a tan solo unas seis cuadras del lugar
donde vivía, ese día Mariana iba un poco
retrasada para la escuela, ya que se había acostado tarde estudiando para un
examen final de estadística. Al doblar
la esquina que lleva por nombre “Las seis cruces” escucho muy atemorizada unos
fuertes disparos que la hicieron tirarse al suelo inmediatamente al caer se le
hizo una herida a la altura del abdomen que le impedía respirar cada vez que lo quería hacer.
Los vecinos del sector
corrían de un lado para el otro sin saber que ocurría, una vecina del sector al ver la situación en la que se encontraba Mariana
decidió ayudarla, la llevo a su casa y le presto los primeros auxilios, después
de una largo rato, la vecina salió y dejo sola a mariana en el cuarto de
huéspedes, de pronto escucho que de la cocina provenían unos ruidos extraños
como si alguien había ingresado por la puerta trasera o por una ventana que
habían sido dejada abierta.
Mariana se levantó como
pudo de la cama y salió a ver quién estaba en la cocina porque ella tenía
entendido que la vecina vivía sola en la casa
porque sus hijos estaban de viaje por Canadá. Al abrir con mucho cuidado la puerta, se dio cuenta que efectivamente había alguien en casa y que su
actitud no era nada buena, no le vio la cara debido al antifaz que llevaba
puesto pero si se dio cuenta que el sujeto portaba una camiseta gris y un jeans azul al estilo de
Mark Zuckerberg. En ese instante,
mariana cerró la puerta y muy lentamente se dirigió a la sala del comedor a ver
si encontraba algún teléfono para llamar a la policía, pero no tuvo suerte
alguna. Salió a la calle, y en un teléfono público llamó al novecientos once, y
en menos de quince minutos ya tenía toda la casa rodeada de policías, pero no
se encontró ningún sujeto sospecho dentro de ella.
A la mañana siguiente,
Mariana se levantó muy temprano a lavar su ropa, cuando por la radio escucho
que habían violado a una joven, hija del dueño de la ferretería Díaz, ella muy
atónica inmediatamente le informo a su tía lo ocurrido y la tia muy
aterrorizada le dijo que había escuchado el comentario por el barrio y que estaba
muy peligroso andar por la calle a altas horas de la noche, que era mejor salir
acompañada o permanecer en casa hasta que se calmara un poco la situación.
El domingo en la tarde,
mariana se dirigía a la iglesia principal del barrio, ya que su mejor amiga la
había invitado a que hiciera parte del grupo juvenil que ella también
pertenecía. Mariana muy alegre por la invitación, empezó a conocer nuevas
amistadas, se acostaba tarde hablando con todos los del grupo, pero en especial
con Martin un chico apuesto seis años mayor que ella y que había despertado
mucho interés en mariana debido a que se comportaba muy bien con ella, le
brindaba helado y la acompañaba a su casa cada vez que terminaba la sección del
grupo.
Un día Martín invito a
Mariana a quedarse el resto de la tarde en su casa, después que saliera de las
actividades juveniles del grupo, Mariana
no dudo en aceptar la invitación y a penas término la actividad se dirigió a
casa de Martin. Al entrar, se dio cuenta que la casa estaba sola y que
había muchas cámaras de videos en la sala y el comedor. Mariana inmediatamente le pregunto que era
todo eso
Martin contestó - mi
padre trabajaba como productor de televisión y se han traído todas esas cámaras
por que el local está en remodelación
Mariana pregunto - ¿tus
padres están en casa?
Martin le contesto – No
salieron a visitar mi abuela que está internada en la clínica hace ya varios días, y se encuentra muy delicada de
salud.
Martin, la invito a su
cuarto, pero mariana le dijo que prefería
quedarse mejor en la sala, porque
le daba pena que llegaran sus padres y la encontraran en el cuarto de él y a
solas. Martin se dirigió a la cocina y trajo un poco de vino blanco importado
de Italia, y entre copa y copa mariana se quedó dormida ebria en el sofá de la
sala, cuando despertó, no estaba Martín por ningún lado , lo único que había
encontrado había sido una frase escrita con sangre que decía eres la víctima
“número 24”.
Al levantarse de la cama,
Mariana se dio cuenta que había sido violada por Martin, y que al revisar el
lugar donde estaba, se dio cuenta que
era un estudio de grabación, que había
sido acondicionado con el fin de grabar una escena de cine para adultos. Y que Martin era un cazador de talentos que
trabajaba los fines de semana para la productora de videos “Metamorfosis”.

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