CUENTOS PARA COMPARTIR
Por:
Luis Ortiz Galera
Universidad
del Atlántico, Colombia
El Adonis de las Mujeres
Ricky Laurens,
joven popular entre la multitud, famoso entre las mujeres por su gran belleza,
con un buen sentido del humor, porte y elegancia a la hora de vestir, lo tenía
prácticamente todo para triunfar en la vida, excepto el factor “ Money” porque
este andaba más limpio que “jopito de niño Dios”.
Con respecto a su
inteligencia este hombre de aproximadamente
24 años, de estatura 1.80, corpulento, y de facciones judías, no era tan
bruto como este aparentaba, pero más astuto que inteligente si lo era.
Durante su
adolescencia siempre fue un chico que a temprana edad anduvo lleno de caricias
de todos los colores, fragancias y sabores. Tanto fue así que a los 13 años
perdió su virginidad nada más ni nada menos que con la profe de español; ese
mujeron de cabello negro y largo, de cuerpo armonioso que era el sueño de todo
aquel que podía respirar. Luego la profe al año siguiente de tener una relación
pasajera con él, se comprometió con un medico reconocido de la ciudad, con el
que meses después se casó.
Y así seguía los
años y Ricky Laurens, ya estando en 11 grado, gracias por sacarle provecho a su
gran belleza, oratoria y forma de tratar a las mujeres, pues siempre coqueteaba
con la gordita y la más nerds del salón,
para poderse copiar de las tareas de esta y para que ella siempre le ayudara en
los exámenes, exposiciones y trabajo en grupo. Tal fue así que sin importar que
Ricky Laurens detestara a las bolas de grasa como suele siempre llamarlas
él, en tonito de burla, se acostó con ella,
quitándole la virginidad pero con las luces apagadas para imaginarse que estaba
teniendo sexo con su amor platónico “Sofía Vegara”. Después cuando gano su
título de bachiller a punta de astucia y estrategia, fue cuando se le perdió a la gordita nerds y
cuando esta se lo encontró un día, este le dijo sus cuantas verdades a la cara,
haciendo llorar el corazón de esta mujer enamorada.
Luego después
Ricky no sabía ni que estudiar, pensando en ser modelo, pero al mismo tiempo se
daba cuenta que esta profesión no era para nada rentable, porque después a sus
30 años se quemaba y no tendría todavía
su futuro asegurado. Aunque este hombre no tenía casa, puesto que sus padres vivian
arrendado, y después de terminar su bachillerato lo mandaron fue a trabajar,
porque ya estaban que lo echaban porque no soportaban su vagancia y su vida
ligera de andar metiendo en su cuarto a dos mujeres diferentes entre semana, él se la pasaba disfrutando la vida de discoteca en discoteca, dándole muela a
grandes profesionales de la ciudad que todavía se negaban a salir del closet. Pero tan astuto era siempre Ricky Laurens, que
a pesar que los pelaba, los ilusionaba pero jamás con ninguno de esos hombres
se acostó, pues a ellos él se refería
que había que estafarlos parándole el palo nada más.
Después al darse
cuenta que ya sus padres lo iban a echar a su casa, busco trabajo y si que lo encontró más rápido
que flash : como repartidor de pizza a domicilio en el norte de la ciudad. Luego
un día como cualquiera llevo a la noche una pizza para dos mujeres que vivían
en una gran mansión, con terraza grande y hasta piscina. Al repartir la pizza a
las dos mujeres, una de ellas que resulto ser abogada, la más señora como de 45 años, pero todavía con una belleza de primavera sin ganas de quererse marchitar
todavía, le comento a Ricky que allí le
daba su número celular si a él le interesaba algún día hacerle una muy buena
compañía, pues primero que todo era viuda y la mujer que la acompañaba era su hija de 24
años que se iba de viaje por dos años a realizar un postgrado en medicina en la
Universidad de Harvard.
A bueno
este ni corto ni perezoso acepto la invitación de la bella viuda, quedándose
viviendo con ella. Pero eso sí, la llenaba de muchos orgasmos en cada rincón de
su casa. Ricky Junto al lado esta mujer
duro seis ardientes meses de
pasión y lujuria. Y tanto fue así que Ricky
ya vivía en la casa de esta abogada, y cuando ella no se encontraba se
las creía del todo poderoso amo y señor de la casa.
Después al séptimo
mes empezaron asomarse los problemas cuando a esta hermosa veterana le diagnosticaron cáncer en el seno. El ánimo
de esta mujer decayó y ocultándole la verdad
a Ricky le dijo que tenía que viajar durante un mes fuera de la ciudad
por asuntos de negocios, cuando en
realidad se iba por un mes para hacerse unos tratamientos intensos para curar
esta enfermedad a tiempo. Pero ella de igual manera cada 15 días le mandaba dinero para que este pudiera mantenerse y
poder estar al día con los servicios de la casa.
Pasó el mes, y Ricky haciendo locuras en esta mansión, al realizar fiestas de
amanecida con ron, y mujeres que le solicitaban sexo, y el a mucho honor se
los brindaba, pero después cuando se acababa la rumba, se sentía que la soledad
siempre en su vida lo había acompañado por que las mujeres se fijaban era en su
porte y buen humor, pero jamás se interesaban en su vida, sino que este le hiciera travesuras. Todo era lo mismo,
fiesta que iba y fiesta que venía hasta
cuando un día Ricky decidió ajuiciarse porque pensaba que en su abogada hermosa había encontraba todo lo
que quería: belleza, pasión y estabilidad económica porque para él, el
amor era cosa de estúpidos porque en la vida lo más importante para vivir era
el dinero.
Durante los 15
días Ricky Laurens se la paso fue haciendo más ejercicios de lo que el
siempre hacia para divertirse, porque aparte de las mujeres su otra adicción era hacer ejercicios, pero era tanto que no
tenía nada que hacer aparte de rumbear que parecía sufrir de vigorexia porque
se dedicaba a darle duro al ejercicio con rutina fuertes. Y al terminar su
rutina siempre se iba para el restaurante que quedaba a tres cuadras de su gran
mansión.
Allí conoció a
Florencia, una mesera de tan solo 18 años, con una belleza humilde y sencilla, pero que había sido la
primera mujer en resistirse a sus
encantos. Y ahora sí que para Ricky era
una obsesión conquistar a Florencia,
pero poco a poco ella le aceptaba sus
invitaciones pero sin ni si quiera dejarse robar un beso de él, haciendo despertar su lado tierno que desde
su infancia andaba escondido. Salían solo como amigos, ya que Florencia le
decía que no pensaba por ahora en novio porque solo se enfocaba en sus estudios
universitarios y en su trabajo como mesera por las noches. Solo fue un día que
por casi pasa esto a mayores, cuando el penúltimo día del mes salió con
Florencia a cine y después invitándola a
la mansión, con el engaño de que esa mansión se la había regalado sus
padres para que el pudiera terminar sus
estudios de derecho en la universidad. Bueno Florencia accedió y comenzaba todo
bien hasta que en medio de candentes besos
Florencia le dijo que no se sentía preparada porque jamás en su vida se
había acostado con un hombre. El como nunca la comprendió, a la que para él se había convertido en su
princesa de ensueño, y dejo que se
fuera. Y Florencia de inmediato se fue
de prisa.
Al día siguiente
la verdadera dueña de la casa volvió a
su mansión muy feliz porque ya se había curado de su mal, abrazó a Ricky y le
dio un beso de esos que nunca se olvidan. Y Ricky respondiéndole a sus caricias,
ya no sentía el mismo placer de otros días porque se la pasaba pensando era en
su Florencia. Y al momento del acto esta mujer encontró el sostén que Florencia
había olvidado por irse de afán, y lo
que hizo fue acabar de inmediato su relación con Ricky y echarlo de una vez de
su gran mansión.
Ricky en lo que
pensó primero fue en buscar a Florencia en el restaurante por la noche, como
últimamente lo hacía. Allí le dijeron
que Florencia había renunciado y que no sabía dónde estaba. Hasta que cansado
por buscarla en todo un mes sin saber la dirección de su casa, ni a nadie que le diera
información sobre su paradero, Ricky entro en depresión porque realmente ahora si
había encontrado el amor de su vida, pero que este se había esfumado.
Luego por último
se resignó y volvió a su anterior
trabajo como repartidor de pizza, hasta cuando un día le toco repartir
pizza en un ostentoso conjunto residencial y por fin había encontrado a
Florencia toda elegante, llena de lujos, con su recién esposo, un
multimillonario empresario cincuentón de
la alta sociedad, que hacía un mes había puesto el ojo en ella.

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